Dentro del teatrillo político que se interpreta ante
cualquier actuación, decisión o intervención del dirigente de turno me ha
llamado mucho la atención el asunto de la Terraza de San Mateo anteriormente
conocida como Espacio Peñas.
No por los vínculos (presuntamente) del alcalde con la única
empresa que se ha presentado al concurso para la explotación de dicho espacio,
sino por las reacciones al hecho que un dirigente de Boal Eventos, que así se
llama la empresa, fue condenado en el pasado por actos violentos, racistas,
xenófobos y pertenencia a un grupo ya extinto, Nueva Época, de extrema derecha. Incluso Izquierda Unida, La Rioja, ha
solicitado públicamente la paralización de la adjudicación del Espacio a Boal
Eventos por tener un dirigente con antecedentes ultraderechistas. Y esto me chirría.
¿Tenemos derecho al olvido una vez cumplida la pena? Por favor,
lee otra vez la pregunta y párate a pensar un minuto. ¿Tenemos derecho al
olvido una vez cumplida la pena?
Leo por Twitter (actual X), llamadas al boicot, a no ir; incluso
de personas formadas y con planteamientos que me parecen la mayor parte de las
veces coherentes; pero como X es X y hay que hacerle caso lo justito, lo fui
pasando por alto hasta que leo en el noticiero que Izquierda Unida pide
oficialmente la paralización de la adjudicación. Me vienen inmediatamente a la cabeza casos muy
cercanos, algunos demasiado cercanos, de personas que también cometieron
delitos y que están integrados en la Sociedad sin que IU o los socios de IU, o
los twitteros de turno hayan solicitado nada parecido. Arnaldo Otegui, hombre
de paz le llaman ahora, no es que hayamos olvidado sus delitos y sus condenas,
es que como español de bien es parte del Gobierno de España; Puigdemot, fugado
de la Justicia pero que se codea también con el Presidente de España; Oriol
Junqueras, cumplirá su pena y se incorporará a su formación política con los
mismos principios por los que fue condenado; Diego Yllanes, el asesino en San
Fermín de Nagore Laffage cumplió 8 años de prisión y sigue ejerciendo como Psiquiatra,
imagina dejar a tu hija a solas con él en su consulta; Isa Serra de Podemos
pateó a un policía por lo que fue condenada a 18 meses de prisión, hoy en día
es Parlamentaria Europea; hay otro con rastas de cuyo nombre no me acuerdo
condenado por lo mismo. Por lo tanto, si
una vez juzgado y cumplida la pena una persona se puede integrar en la Sociedad
y ejercer cargos tanto públicos como privados, ¿a qué vienen ahora estos
resoplidos y aspavientos?
Que el tal Borja Benito era y tal vez siga siendo un racista
xenófobo de ultraderecha, pues posiblemente; que tenga derecho al olvido y la
integración, pues obviamente; que los antifascistas, el ayuntamiento y las FFSS
deberán estar atentos para que en la terraza de San Mateo no se produzcan
hechos delictivos relacionados con la ultraderecha ni se haga apología del
fascismo, pues evidentemente también.
Para mí, la única diferencia entre fascistas y antifascistas
es la indumentaria y el pelo, que la Terraza de San Mateo la gestionen unos u
otros me da exactamente igual. Quiero
pensar que el negocio está por encima de la ideología y que será un lugar respetuoso
y apolítico donde cualquier visitante pueda sentirse a gusto en las fiestas, que
la petición de IU es por hacerse notar un ratito y salir en los medios, porque
no tienen base jurídica ni moral alguna.
El alcalde tiene poco margen de maniobra, con la ley en la mano no puede
rechazarla, y siendo el único candidato no creo que se pueda sacar de la
chistera otra oferta. Yo que él me
pasaría por allí para asegurarme que la Terraza de San Mateo no la han
convertido ni en Casa Pepe ni en la casa del PP, que luego la gente se altera y
le sacan cantares.
Mientras tanto, pan y circo.
SENIOR RIOJANO