jueves, 29 de junio de 2017

Santiago de Compostela

 
María y yo cenábamos a la luz de las velas y al calor de unos Albariño muy fríos junto a la plaza Franco cerca de la Catedral de Santiago, nos habíamos conocido en las últimas etapas del Camino, por casualidad, mientras me resguardaba de la lluvia llegó ella, empapada, helada, la tormenta la había sorprendido y no paró de caminar hasta encontrar cobijo y calor; con una toalla le sequé el pelo y presté una chaqueta de lana seca.
- Gracias -dedicándome una sonrisa- Soy de Madrid ¿y tú?
- De Cuzcurrita, un pequeño pueblo de La Rioja.
Paró de llover y decidimos continuar juntas hasta el primer albergue que encontrásemos, ambas necesitábamos secarnos, cenar y descansar, eran ya muchos días de fatiga acumulada.
En el Camino saludas a todos, conoces a algunos y sólo con alguien te relacionas, y ese alguien fue María, congeniamos bien desde nuestro encuentro fortuito; me resultaba especial, ella vivía en la Capital, había viajado por medio mundo, no tenía trabajo y hacía el camino para alejarse una temporada de la impersonalidad de una gran ciudad; para una chica de pueblo con una vida monótona sus aventuras me parecían fascinantes.  Le confesé que mi novio de toda la vida me había dejado, que necesitaba estar sola unos días, apartarme de todo el revuelo que se había formado en mi familia y en el pueblo, ni me preguntó ni le conté los detalles.
En Santiago había fiesta, al salir del pequeño restaurante dirección la Catedral un par de chicos nos pegaron unas banderas arco iris en nuestras camisetas.  María me miró.
- Mira la fiesta de Greenpeace.-dije incauta de mí- yo también soy ecologista, estoy muy concienciada.
- ¿Sabes que día es hoy?
- ¡Claro! 27, ¿pues?
No pudo por menos que soltar una risa sincera, pasarme el brazo por los hombros, aplastar la pegatina de una palmada y decirme:
- Además de verdad, ¡somos ecologistas! ¡y nos vamos de fiesta!
Queríamos tomar un par de gin-tonics y los tomamos entre risas y baile, yo no era muy de bailar pero el ambiente era realmente divertido, me sentía a gusto;  caminamos con las copas en la mano hacia una verbena-fiesta junto a la catedral, nos sentamos en las escaleras descendentes de acceso que hacían las veces de gradas, la noche era espléndida, el presentador dio paso al siguiente grupo llamado "Ellos", empezó la música y toda la gente comenzó a bailar desenfrenadamente, me llamó la atención ver chicos disfrazados de chicas, muchas chicas de la mano y chicos con camisetas de lycra muy ajustadas con un pañuelo en el bolsillo trasero del vaquero.
- María ¿esta gente no es un poco rara?
Soltó una carcajada cariñosa.
- 27 de Junio, día del Orgullo, que la bandera arcoiris que llevas no es de Greenpeace, vaya. -me dijo suavemente- que esto es una fiesta .... "especial"
Me quité la bandera rápidamente de la camiseta y tomé otro trago del gin-tonic, no me había enterado de nada, sentí vergüenza por estar tan alejada de la vida, del mundo.
- Tranquila, no muerden. - Añadió, haciéndome un guiño.
- Nunca había visto esto, es que soy de pueblo -dije acentuando el acento riojano-  Estoy bien aquí contigo, un poco cansada, me duele la espalda, han sido muchos días con la mochila a cuestas.
Sin decir nada más se situó tras de mí en el escalón superior y comenzó a masajear mi espalda de arriba abajo, suavemente aplicando más y menos presión con movimientos circulares alternados con verticales desde el cuello hasta los riñones.
- ¿Qué tal?
- Bien, seguro que tengo alguna sobrecarga muscular. Gracias por el masaje. - Cerré los ojos.
Sus manos se fueron bajo la camiseta sin parar de friccionar la espalda, noté como se volvían a tensar mis músculos en un acto reflejo involuntario, continué sin abrir los ojos, la sensación era muy agradable; suavemente, sin prisa, en uno de los movimientos soltó mi sostén y deslizó desde atrás sus manos hasta acariciar mis senos muy suavemente. Comenzaba a sudar, no quería abrir los ojos, me estaba sintiendo en el cielo.  Alcé mi cara y encontré que sus suaves labios húmedos y fríos por el gintonic me besaban dulcemente. Nunca nadie me había besado así. El mundo se detuvo.
No paramos de besarnos hasta nuestra pensión, esa noche sólo usamos una cama, una mujer me hizo sentir más mujer de lo que nunca me había sentido.  Bebí del manantial del placer, por fin gocé de mi cuerpo con otro cuerpo; con mi ex-novio lo hacía porque había que hacerlo, esto era diferente, no sentí dolor, ni asco, sólo ganas de disfrutar y hacer disfrutar.
María se durmió entre mis brazos, yo no pude conciliar el sueño, sabía que poco después del amanecer se marcharía para continuar con su vida, quería estar despierta para saborear el momento y poder recordarlo para siempre.  Los primeros rayos de sol iluminaban la estancia cuando despertó, me besó en la mejilla, miró la hora y fue derecha a la ducha.
La despedida fue breve, todo estaba dicho sin palabras.  Me abrazó muy fuerte, un beso largo en los labios, tomó su mochila y con un: <Eres una chica fantástica, te deseo lo mejor>, se marchó.
Ya en el tren de regreso a mi pueblo no paraba de planear cómo contarlo a mi familia, a esos que me habían llevado cada domingo a misa, a los que no me dejaban salir sola de noche, a los que me habían alejado del mal y guiado por el buen camino; me repetía una y otra vez:
<27 de Junio de 2004, Santiago de Compostela.  Al Camino fue una chica de pueblo que hacía lo que todo el mundo esperaba que hiciese y regresa una mujer que hará lo que quiera hacer.  No soy otra, por fin soy Yo Misma, cabeza alta y mucho orgullo.>

lunes, 26 de junio de 2017

+ x -


Las nuevas hornadas de mercenarios con portátil han llegado además de para instalarse para mover los cimientos de lo que se consideraba la base de toda relación laboral.  Más por menos, más y mejor, más y más barato, más con menos manos, más con menos gasto, más en menos tiempo, más con menos defectos. Más por menos con el único objetivo de obtener más y más beneficio.
Les asignan puestos con unos nombres largos y rarísimos, generalmente en inglés y que los reducen a unas siglas indescifrables.  Vienen cobrando como lo que son, como mercenarios, se llevan parte del botín; cobrar por objetivos lo llaman; vienen sin escrúpulos ni ataduras morales, con la lección aprendida de que en los negocios no existen las personas sólo unidades de trabajo; las historias profesionales anteriores o personales o de vinculación y sacrificio por la compañía a la que pertenecen ni las conocen ni las quieren conocer.  Cada unidad de trabajo ya cobró su nómina y nada se les debe.  Ayer está cobrado, mañana te lo tienes que ganar.
Matan con rabia y por dinero, vienen a engordar la cuenta de resultados a cualquier coste y por encima de cualquiera, crean tensión, meten toda la presión posible, nunca pagan nada que la ley no les obligue a pagar, adelgazan plantillas hasta reventar a los que se quedan.  Más por menos. Todo, absolutamente todo debe tener justificación económica, desde la compra de una bombilla al salario de cada trabajador; todo lo que no sea rentable o exista una forma más económica de hacerlo se ejecuta de inmediato, y si cuesta menos dos becarios que un profesional con 30 años de experiencia se hace a la mayor brevedad posible pues ya se está perdiendo dinero.  Sin pestañear, sin remordimientos.
Pero amor con amor se paga, o vulgarmente dicho: de puta a puta taconazo.
Compromiso, espíritu, gusto por el trabajo bien hecho, dedicación, fidelidad, compañerismo desparecen.  Es complicado pedir estas cosas al mismo que estás exprimiendo. Si por un lado te ciñes a la ley más rigurosa que puedas aplicar, por el otro te encontrarás lo mismo.  Si la ley permite tener dos días de permiso remunerado por cualquier motivo (le hagan falta o no), o la ley permite parar 10 minutos, no te preocupes que los disfrutarán independientemente de las urgencias, planificación o necesidades de ese momento.  Y si encuentra otro trabajo se irá, muchas veces con la única esperanza de mejorar las condiciones laborales, no salariales.  Más por menos al fin y al cabo, son las nuevas reglas para todos.
Estos mercenarios hablan mucho de proyecto global, de ganancias para la compañía, de equipos de trabajo, de aportaciones en grupo….. Desconecta, quita el volumen, no escuches una palabra, que nada desvíe tu atención, sólo fíjate en los hechos, como en una película muda, observa cómo se mueven en las sombras, a quien despiden, a quien hostigan a quien pelotean, analiza cada acción-reacción, y tal vez puedas adelantarte aunque sólo sea por un segundo a los acontecimientos, el tiempo justo para esquivar la cuchillada.
El dinosaurio no sobrevivió, no fue capaz de adaptarse con la suficiente rapidez, el entorno lo engulló.  Los humanos somos reacios a los cambios, una vez asimilado un entorno y una rutina es complicado adaptarse.  Espabila, o juegas a los mercenarios o te quedas fuera.
El soldado lucha por convicción, el mercenario por dinero. Soldado o mercenario toca pelear. Es la guerra.
Senior Riojano

miércoles, 21 de junio de 2017

La dictadura de la libertad


En el último par de años he vuelto a contactar con viejos amigos, conocidos y compañeros del colegio, o del servicio militar o camaradas de juergas que hacía la friolera de 30 ó 40 años que no compartíamos un rato.  Las redes sociales con virtudes y defectos tienen la ventaja de poder contactar prácticamente con casi todo el mundo.
Alegría inmensa la sentida al ver a mis amigos de infancia, tras mirarnos a los ojos y reírnos de las calvicies y barrigas que portamos es como si no hubiese pasado el tiempo, todo fluye como lo hacía entonces, no existen silencios incómodos; desde el primer momento te das cuenta que sólo hemos cambiado por fuera, en el aspecto físico, por dentro seguimos siendo y nos seguimos comportando exactamente como lo hacíamos.
El listo sigue siendo listo, el que se hartaba de cubatas lo sigue haciendo, el facha sigue siendo facha, el gay era y es, el conquistador igual; y lo mejor es que charlamos y opinamos sin careta, sin temor a ser juzgados y admitidos pues esa fase ya la pasamos hace muchos años y si estamos juntos es porque nos queremos y respetamos con nuestras diferencias, da igual el dinero, las amantes, o los éxitos cosechados, nos queremos por lo que fuimos y lo que somos muy por encima de lo que poseamos.
Dada la edad todos somos hijos de la dictadura, crecimos en una sociedad religiosa, falangista, taurina, madridista, coplera, xenófoba, machista, racista y asexual. Podías pensar o sentir de otra manera pero mucho ojo con hacerlo público, opinar en contra de la línea del Régimen te podía costar algún que otro disgusto.  Nos acostumbramos a vivir públicamente así y escondernos para discrepar o hacer lo que no se debía hacer.
Siglo XXI, lo políticamente correcto se ha apoderado de la calle, ahora somos ateos, liberales moderados de centro, antitaurinos, cinéfilos, igualitarios de género, adaptados al lenguaje no sexista, con perrito, veganos, multiparejas, integristas, independentistas, hablamos dialectos y todo lo decidimos votando, se respeta a la mayoría si la mayoría piensa como yo.
La dictadura reprimió por la fuerza y ahora nos reprime la propia libertad, la libertad que permite que cualquier opinión discordante con el pensamiento de otro grupo pueda lincharte públicamente en redes sociales, en la calle, en el colegio, en el trabajo o en un bar.  Es difícil, sino imposible, hacer un chiste sin ofender a alguien, tenemos tantos complejos que algún colectivo siempre se da por dolido y pone el grito en el cielo.  Haced la prueba, colgad en vuestro muro cualquier opinión política, o taurina o futbolística o que huela a desigualdad de género.
El hecho es que las opiniones razonadas sobre cualquier asunto pocas veces se hacen públicas por temor a no ser aprobados públicamente.  Mendigamos likes, decimos aceptar cualquier creencia con tal de ser integrados dentro de la manada de borregos, de la manada que más grita y apalea a los que no piensan como ellos.  Al igual que en la dictadura la censura nos aprobaba las actitudes, actualmente lo políticamente correcto invade nuestra vida social.  Tememos expresar verdaderas opiniones por no ponernos en el punto de mira de los que se entretienen linchando opiniones resumidas en menos de 140 caracteres, incapaces de razonar textos un poco más largos.
La realidad es bien distinta, todos somos muy correctos, pero la violencia machista no acaba, ni el bulling, no acogemos refugiados, no tenemos yernos de otro color, Sálvame de T5 sigue siendo el canal más visto, la mujer gana menos dinero por ser mujer, se siguen editando vídeos porno, sigue la droga, la multipareja es bonito con la mujer de otro (no con la mía), el PP sigue ganando, tenemos feria de Abril y San Isidro, no desaparece la corrupción, y lo de ser gay queda muy bien para presentador en TV, la vida en la calle sigue siendo muy dura para ell@s.
Como decía al comienzo del post, mis amigos de infancia sólo han cambiado por fuera pues seguimos siendo los mismos; también la sociedad sólo ha cambiado por fuera, con dictadura o con libertad seguimos siendo los mismos falsos ruines que mendigamos la aprobación social.
Senior Riojano

lunes, 12 de junio de 2017

DIA DE LA RIOJA



9 de Junio, día de La Rioja. ¡Todos a la calle con nuestra bandera!, ¡A exaltar nuestro riojanismo!
Somos Riojanos, nos sentimos Riojanos y estamos orgullosos de serlo, pero lo malo de peinar canas es tener memoria y lo malo de la memoria es tener perspectiva.
La Rioja no existía antes del 9 de Junio de 1982, todavía somos muchos los que nacimos antes, los que en la escuela nos enseñaron que nuestra provincia se llamaba Logroño y pertenecíamos a Castilla y León.  Siglos atrás unas veces fuimos Aragón, otras Castilla, Navarra y algunas veces Vascos.  El hecho es que hasta 1982 no fuimos Riojanos, pues no existíamos, y como repetición de la historia nos quisieron juntar o a Vascos, o a Navarros, o a Castellanos, o Aragoneses.
El caso es que aprovechando la coyuntura nace un sentimiento Riojano y al amparo de la nueva Constitución Española creamos nuestro Estatuto, nuestro territorio, nos inventamos la bandera, los símbolos y la fecha de celebración (que no existían).  Es decir, que los nacidos en la provincia de Logroño, de la noche a la mañana pasamos a vivir en La Rioja, a tener bandera nueva y la promesa de una pequeña dosis de autogobierno desconocida hasta la fecha y que no llegaría hasta casi el año 2000 pues desde el principio sabíamos que la nuestra era una Autonomía de segunda velocidad.
Seguimos siendo Riojanos, nos sentimos Riojanos y estamos orgullosos de serlo; y Españoles, que no se nos olvide.  Somos Riojanos encantados de pertenecer a España.
Pero entonces, ¿Somos Riojanos y Españoles ó Españoles y Riojanos? ¿Somos cabeza de ratón o cola de León? ¿Qué peso específico tenemos en España?
Este año ha coincidido en la misma semana la fiesta autonómica y la aprobación de los presupuestos generales del Estado, presupuesto que destina una barbaridad de millones de Euros en inversiones para Canarias, País Vasco y Navarra, principalmente en infraestructuras, es decir Alta velocidad ferroviaria y autopistas.  Pensad, con los votos de nuestros representantes autonómicos Riojanos (dos del PP) estamos aprobando inversiones en provincias limítrofes, mientras en La Rioja, nuestra querida Rioja seguimos sin AVE, y pagando peaje por una Autopista que necesitamos libre para evitar tantos accidentes en la N-232.  Y esos mismos diputados que han votado estos presupuestos que aumentarán las diferencias con nuestros vecinos vascos y navarros, salen a la calle portando la bandera de La Rioja enorgulleciéndose de ser Riojanos. Entonces  ¿Votan como Riojanos, como Españoles o como fieles empleados a sueldo de su partido?
Hace unos días leía una frase en la prensa que no paro de pensarla: "Con un sólo Diputado en Madrid de un partido nacionalista de La Rioja la AP-68 ya estaría libre y el AVE pasaría por Logroño"  No sé si será cierto.
Los hechos hablan más claro que las palabras.  Nos queremos mucho pero no lo demostramos, ni ellos ni nosotros.  Día de La Rioja + San Bernabé=escapada a la playa.  Pues no, si quieres que algo cambie tendrás que hacer algo diferente a lo que haces. Ojala que cada 9 de Junio salgamos a la calle, todos, no a festejar sino a reivindicar igualdad de oportunidades entre regiones, que ya nos vale.

Senior Riojano