 |
| Fotografía: Olmo Calvo. Madrid |
El ambiente está enrarecido, tiene ese olor a gas inflamable característico antes de la deflagración. La pandemia del Covid-19 y la ineptitud de nuestros gobernantes están haciendo de catalizador.
La clase política ya nos ha mostrado sus vergüenzas, sus bajezas morales, la desorganización/descoordinación de país al que nos han llevado, su falta de escrúpulos para provocar situaciones de “cuanto peor, mejor”, siguen colocando amigos a dedo, no perdonando ni vacaciones ni bajas paternales, sólo tienen derechos, obligaciones, visión de Estado y sentido de la responsabilidad, ninguno.
Es curioso que los afiliados/seguidores se comportan como hooligans, da igual que les mientan, que se equivoquen; me maravilla, ¡les da igual! No tienen criterio propio, no exigen nada, sólo palmean sin cesar al líder de turno, da igual que diga lo mismo y lo contrario en la misma frase que todos estos borregos aplauden sin parar.
Los Republicanos saben que son necesarios 2/3 de los votos en el congreso para reformar la Constitución, mientras tanto, les guste o no, esto es una Monarquía parlamentaria, no tiene sentido con la que está cayendo este enfrentamiento gratuito, está bien dar carnaza a sus fanáticos pero estamos a otra cosa, que esto es meter presión a la olla, para nada.
Impuestos, esperamos subida a los ricos, siendo rico todo aquel que tiene un trabajo y depende de una nómina. Porque hay un margen de 7 puntos hasta llegar a la media Europea, pero no hablemos de la media Europea de paro, de PIB, de Salario mínimo, o de lo que es más sangrante del 25% de dinero no declarado en España (somos líderes); pues no, en vez de luchar contra el fraude le aprietan las tuercas al de siempre. Porque es el de siempre el que paga todos estos desmanes, unas veces con sudor otras con su sangre.
Esta estructura tan desorganizada de Ministerios en Madrid y Consejerías en las CCAA sólo se sostiene por los cargos y sueldos que conlleva, son una magnífica salida para los fieles al partido de turno. Si no fuese por lo dramático de la situación era gracioso ver Ministros escurriendo el bulto diciendo que eso no es cosa de ellos; con la excepción de mi paisano Garzón que le gusta meterse en todos los charcos cual niño con botas nuevas.
De los independentistas que les importa un comino la gobernabilidad de España o de los amigos de los terroristas, o de la ley de memoria histórica que va a juzgar y condenar a los asesinos de la guerra civil haciéndoles cumplir las penas íntegras, de ello, no digo nada.
Todos estos datos y situaciones, excepto por los hooligans, son conocidas por todos, estando todos prudentemente sentados frente al televisor, pero esta semana hay un par de detalles que me molestan sobremanera:
- uno es el ánimo de los partidos por sacar a la gente a la calle para pelear en la ya trasnochada lucha de clases, lo del confinamiento de clase, el volver a las barricadas a querer tener el control de la calle, he leído en RRSS barbaridades/mentiras de todos los colores.
- Y otro el calculado ataque/desprecio al Monarca por parte del gobierno (aquí mi paisano Garzón ha estado muy listo) buscando al contrario para entrar en el cuerpo a cuerpo, buscando enfrentamiento con los ciudadanos que sí son monárquicos. Si no tienen enemigo enfrente son simples proclamas; con estos ataques ya han creado al enemigo, ya tienen a alguien a quien enfrentarse.
Winter is coming, vienen tiempos durísimos, sólo una banda de inconscientes son capaces de incitar al personal a hacerle salir a la calle mientras hacen su particular lucha de clases desde el mismo barrio donde vive el clasista.
Son muchos frentes abiertos, cada vez más presión, cada vez más miseria, nada teme el que no tiene nada que perder, veremos situaciones desesperadas; falta la chispa, será en Vallecas, en Barcelona, en Galapagar, o serán los Jemes, pero una vez iniciada la ignición habrá una reacción en cadena que nadie podrá parar.
Espero equivocarme.
Senior Riojano
