domingo, 25 de abril de 2021

Maricones, tortilleras y farsantes

Hoy Alfonso es homosexual, en la mili fue el marica. Sufrió con la complicidad de todos maltrato físico, psicológico y verbal; tuvo la desgracia de coincidir con alguien de su ciudad que a los cuatro vientos divulgó su condición e inmediatamente se convirtió en el objetivo de todas las vejaciones imaginables.  Poco le ayudaron los mandos y nada sus compañeros, el bulling de hoy es un juego de niños comparado con lo que aquel chico de Palencia tuvo que padecer, no había día ni noche que no recibiese golpes, insultos, escupitajos o le volteasen de la cama tras echarle un cubo de agua por encima ante las risas de todos los demás.  Nadie, y nadie es nadie, se dignó en ayudarle. Llegó a tal punto el acoso y maltrato que enterada la mujer del General y con su consentimiento lo acogió como asistente en su casa militar para librarlo de aquella banda de hijos de puta.  Esa fue su mili, esconderse y pasear sólo por las calles de Bilbao esperando no encontrarse con nadie del cuartel.  Ningún macho que se considere tal podía tener relación con él sino quería ser tratado de la misma forma.  Todavía tengo como recuerdo un casette de Queen que me regaló una tarde en la Chufa de la Otxoa.

Hice carrera de Ciencias, en aquellos años casi terreno exclusivo de hombres; aún así hubo dos mujeres en mi promoción. Las dos sufrieron burlas y desprecios; sólo se tenían la una a la otra no ya para defenderse sino para aguantar al profesorado que les dedicaba lindezas del tipo: “Ustedes sólo vienen aquí a buscar un marido Ingeniero” “Para fregar platos no hace falta que estudien” “Las torpes tortilleras” “A llorar a casa con tu novia”.  Frases literales dichas en clase ante la pasividad/gracia del 99% restante de alumnos. Todavía hoy sufren secuelas psicológicas graves, falta de autoestima y de autoconfianza, es tal el miedo a la exclusión que les inculcaron que ninguna de las dos ha ejercido de Ingeniero; todo gracias a esos desprecios y ataques con el silencio cómplice de sus compañeros.

¿Por qué recuerdo estos hechos? Pues porque el ser humano no cambia por dentro y aquellos compañeros de mili o de estudios, incluso los profesores que siguen ejerciendo en la Universidad son los mismos misóginos, homófobos y maltratadores escondidos bajo el disfraz de la tolerancia y lo políticamente correcto. Sigo teniendo relación con muchos de ellos, dirigen empresas, departamentos de RRHH, escriben libros y algunos salen en la tele dando lecciones de moralidad; a veces nos juntamos para cenar y recordar viejos tiempos, y es entonces, en las distancias cortas cuando puedo observar que son unos farsantes, dicen lo que el público en general quiere oír, viven de ello; pero en su interior su ADN es el mismo, odio, rencor y desprecio al que consideran diferente, inferior.

Podríamos pensar que esto ya no así, que gracias a las Ministras y sus Ministerios de Igualdad, o como se llamen, las cosas han cambiado, que las nuevas generaciones han superado esta lacra.  Pues nada de eso, el mayor porcentaje de agresiones y acosos se sitúan en la franja de 16 a 24 años, tampoco disminuyen las muertes de mujeres o los casos de abusos. Realmente increíble y lamentable. La polarización ideológica tampoco está ayudando nada, la postura de estar en contra y retorcer el discurso para decir lo contrario no nos beneficia en nada.

Nos hemos acostumbrado a culpar a los políticos cuando la sociedad tiene un problema, son nuestro comodín para la ira, y no es así.  La Igualdad no depende de la Consejera de turno (nada contra mi querida Raquel Romero), o del número de leyes que se aprueben o de cuántas celebraciones del orgullo hacemos, o de creaciones de observatorios; la igualdad nace de ti mismo, se enseña y se aprende en casa; pero me extraña mucho que los farsantes a los que antes me he referido inculquen valores que ni ellos mismos tienen. No seas farsante.

Senior Riojano

sábado, 17 de abril de 2021

Afiliados: Profesión o Afición

 

Política y fútbol comparten el mismo modelo de negocio, el mismo nicho de mercado, espectáculo/entretenimiento, venden emociones que estamos obligados a comprar directa o indirectamente, en ninguno de los dos casos es posible escaparse sin pasar por caja.

Los equipos y sus filiales juegan distintas ligas, nacionales, autonómicas, locales; los jugadores pueden ir ascendiendo de categoría e incluso pasando de un equipo a otro dependiendo de sus expectativas y valía, unas veces prima el sueldo, otras la ambición de ganar títulos. Público, fichajes, campañas, comentaristas, robos, títulos, frustración… Fútbol ó política, lo mismo.

Bueno, es lo mismo excepto en una cosa, el comportamiento de los socios/afiliados. No el exaltado, que los hay en ambos negocios, me refiero al tipo normal, al que se hizo socio de un equipo por que le gusta el fútbol o al afiliado que paga la cuota del partido porque le gusta la política.  En nuestro querido UD Logroñés, leo a menudo opiniones en contra muchas veces del entrenador, de los jugadores, del cuerpo técnico, han llegado a cuestionar al presidente, piden dimisiones inmediatas, insultan a los propios jugadores, sacan pancartas con sus quejas; lo que viene siendo el fútbol y su masa social.

Pero en política, no, los afiliados a los partidos políticos, o son masoquistas o viven de ello.  Un afiliado que no viva del partido o no le guste que le mientan a la cara, ¿qué hace siendo afiliado?  Son humillados constantemente, les mienten como a bellacos, no cumplen con nada de lo prometido, y sin embargo siguen ahí defendiendo muchas veces lo indefendible.

¿Habéis visto alguna vez afiliados de un partido exigiendo responsabilidades a sus dirigentes? O planteado a la inversa: ¿Alguien no ha sido expulsado en 24 horas tras haber discrepado con su partido? El que se mueve no sale en la foto. Eso sí, exigencia máxima, cerrando filas, siempre dispuestos y con el argumentario bien aprendido para exigírselas a los del “otro” partido.  Esta semana han elegido a Bea Fanjul presidenta de NNGG (candidata única ¿?) con el 96% de los votos, ¿no le suena raro a nadie? No os preguntáis quién elige, y cómo, a los integrantes de una lista electoral, o con qué méritos se nombran ministros, consejeros o Directores de área. ¿Son los partidos políticos realmente democráticos? ¿Colocan a los mejores en los mejores puestos?

Pues nadie desde dentro dice nada, al contrario, aplauden con las orejas, de ninguno; no les hierve la sangre ver los desmanes cometidos con las consecuencias que tienen para toda la sociedad.  La máxima explicación que he conseguido de un afiliado es que con los otros estaríamos peor.  Y se quedó tan ancho.

Mandamos Diputados y Senadores a Madrid, alguien puede explicarme ¿para qué?  Nunca jamás en 40 años de democracia han votado nada en contra del partido nacional por el que van, pero sí que muchas veces han votado en contra de los intereses de los riojanos, últimamente en cuanto a PGE, infraestructuras, inversiones y restructuración está siendo de juzgado de guardia; no me canso de llamarles palmeros o que van a Madrid a ver quién es el perrito que más salta; pero desde sus casas, sus afiliados, ni mu, todo les parece perfecto.

Por mucho que se habla y se escribe creo que a nadie le interesa que esta situación cambie, que tengamos la peor clase política de la historia no es casualidad, es fruto del apoyo de todos esos afiliados, masocas o estómagos agradecidos.

Senior Riojano

domingo, 4 de abril de 2021

Millennials y Centennials

 


Millennials y Centennials, no ya por edad sino por actitud no me representáis, lo siento, se ríen en vuestra cara, me niego a seguiros en este inútil juego de autodestrucción.

¿No os dais cuenta de vuestra situación? ¿Para qué os sirven todos los estudios que tenéis? Abrid los ojos chavales, os la están clavando por la espalda.

40% de paro, el mayor de Europa; con dos grados, tres masters y varios idiomas suplicáis unas prácticas para adquirir algo de experiencia antes de ser mileurista.  Ese es vuestro futuro mientras aplaudís con las orejas a los ministros/as que acceden directamente a gestionar un país, miles de funcionarios y presupuestos millonarios sin haber trabajado ni un solo día de su vida.  ¿No sois patéticos? A vosotros os exigen no sé cuántas cosas para acceder a un puesto administrativo y os gobiernan incultos inexpertos.  Luchamos contra la escuela concertada mientras quien dicta la ley manda a sus hijos a colegios privados elitistas, igualdad de género cuando el género ha sido el único mérito para prosperar. Estáis ciegos.

Corrupción, mentira, opacidad, consentida por los propios afiliados a los partidos y sindicatos, nadie alza la voz dentro de estas organizaciones, os afiliáis como el que lo hace a una secta sin exigir ninguna responsabilidad al que manda, todo vale, la culpa siempre es del otro o “el otro más”.  Llevan 30 años saltando (y cobrando) de cargo en cargo, no cumplen con las promesas, ni con la palabra, ni con el programa, os da igual todo.  ¿No os da vergüenza apoyar a mentirosos? Insisto, sois patéticos.

¿Ningún millennial o Centennial ha estudiado economía? ¿Nadie sabe cómo y quién paga la deuda? ¿Vuestros padres no os enseñaron que si de un saco sacas y no metes el saco se cae?  Dividid la deuda entre la población, esa es la cantidad que debe tu hijo antes de nacer, ese es el pufo con el que le vais a dar la bienvenida.  Qué bien lo han hecho adoctrinándoos en el odio al que no piense como nosotros, los hechos dan igual, o conmigo o contra mí. Borregos ignorantes con iniciativas de ignorantes.

Vale, prohibimos en nombre de la libertad la tauromaquia, la religión cristiana, los colegios concertados, la pornografía, el juego, echamos a la Monarquía, eutanasia, aborto, ley más trans que nunca, prostitución, símbolos fascistas, símbolos comunistas, volvemos a desenterrar a Franco para mandarlo a Marte, reescribimos la historia, cambiamos más nombres de calles y les ponemos los de superhéroes de Marvel, suprimimos la semana santa, obligamos a comer jamón los viernes de vigilia, ponemos murales feministas en cada calle, liberamos a todos los políticos presos, creamos más ministerios, más vicepresidencias, más asesores, más empresas de colocación públicas, escribimos canciones insultando a la Corona, al Ejército, a los Jueces, nos reímos de cuando a principio del XXI ponían bombas y moría gente, elegimos a nuestros gobernantes en concursos de belleza y no por méritos, acabamos con las Autonomías, ponemos una verja más grande, más banderas; no sé, hacemos realidad todas esas cosas en las que están enfrascados buscando zascas para alimentar fanáticos.

¿Y luego? ¿Esto es lo que impide a España avanzar? ¿Mirando al pasado lo vamos a cambiar?  Ilusos. Os ponen la zanahoria y las orejeras como a los burros.  Estos no son los problemas que te están jodiendo la vida, abre los ojos.

Quemar contenedores, incendiar coches de policía con policía dentro, cortar vías, apedrear políticos, hacer scraches a la puerta de casa/casoplón, quemar sedes y envenenar en las redes sirve de entretenimiento para la chavalería y de medio de vida para los políticos y toda su corte; pero lo que es resolver problemas, más bien poquito.

Pues ahí están los Millennials y los Centennials, con el agua al cuello, con el futuro más negro que el sobaco de un grillo, batiendo record de la deuda que van a tener que pagar, sabiendo que vivirán mucho peor que sus padres, dejando a quien gobierna campar a sus anchas burlándose en su cara; pero saliendo a la calle a pelear contra otros que están igual de jodidos que ellos.

Ánimo chicos, el futuro es vuestro.

Senior Riojano