Las nuevas hornadas de mercenarios con portátil han llegado
además de para instalarse para mover los cimientos de lo que se consideraba la
base de toda relación laboral. Más por
menos, más y mejor, más y más barato, más con menos manos, más con menos gasto,
más en menos tiempo, más con menos defectos. Más por menos con el único
objetivo de obtener más y más beneficio.
Les asignan puestos con unos nombres largos y rarísimos,
generalmente en inglés y que los reducen a unas siglas indescifrables. Vienen cobrando como lo que son, como
mercenarios, se llevan parte del botín; cobrar por objetivos lo llaman; vienen
sin escrúpulos ni ataduras morales, con la lección aprendida de que en los
negocios no existen las personas sólo unidades de trabajo; las historias
profesionales anteriores o personales o de vinculación y sacrificio por la
compañía a la que pertenecen ni las conocen ni las quieren conocer. Cada unidad de trabajo ya cobró su nómina y
nada se les debe. Ayer está cobrado,
mañana te lo tienes que ganar.
Matan con rabia y por dinero, vienen a engordar la cuenta de
resultados a cualquier coste y por encima de cualquiera, crean tensión, meten
toda la presión posible, nunca pagan nada que la ley no les obligue a pagar,
adelgazan plantillas hasta reventar a los que se quedan. Más por menos. Todo, absolutamente todo debe
tener justificación económica, desde la compra de una bombilla al salario de
cada trabajador; todo lo que no sea rentable o exista una forma más económica
de hacerlo se ejecuta de inmediato, y si cuesta menos dos becarios que un
profesional con 30 años de experiencia se hace a la mayor brevedad posible pues
ya se está perdiendo dinero. Sin
pestañear, sin remordimientos.
Pero amor con amor se paga, o vulgarmente dicho: de puta a
puta taconazo.
Compromiso, espíritu, gusto por el trabajo bien hecho, dedicación,
fidelidad, compañerismo desparecen. Es
complicado pedir estas cosas al mismo que estás exprimiendo. Si por un lado te
ciñes a la ley más rigurosa que puedas aplicar, por el otro te encontrarás lo
mismo. Si la ley permite tener dos días
de permiso remunerado por cualquier motivo (le hagan falta o no), o la ley
permite parar 10 minutos, no te preocupes que los disfrutarán
independientemente de las urgencias, planificación o necesidades de ese
momento. Y si encuentra otro trabajo se
irá, muchas veces con la única esperanza de mejorar las condiciones laborales,
no salariales. Más por menos al fin y al
cabo, son las nuevas reglas para todos.
Estos mercenarios hablan mucho de proyecto global, de
ganancias para la compañía, de equipos de trabajo, de aportaciones en grupo…..
Desconecta, quita el volumen, no escuches una palabra, que nada desvíe tu
atención, sólo fíjate en los hechos, como en una película muda, observa cómo se
mueven en las sombras, a quien despiden, a quien hostigan a quien pelotean,
analiza cada acción-reacción, y tal vez puedas adelantarte aunque sólo sea por
un segundo a los acontecimientos, el tiempo justo para esquivar la cuchillada.
El dinosaurio no sobrevivió, no fue capaz de adaptarse con
la suficiente rapidez, el entorno lo engulló.
Los humanos somos reacios a los cambios, una vez asimilado un entorno y
una rutina es complicado adaptarse. Espabila,
o juegas a los mercenarios o te quedas fuera.
El soldado lucha por convicción, el mercenario por dinero.
Soldado o mercenario toca pelear. Es la guerra.
Senior Riojano
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