Y yo que soy un señor, educado, de los de antes, de los que
piensan que la vida ajena además de ajena es privada y personal, y que si
quieres contarme qué desayunas o qué lees me lo cuentas e incluso opinaré, pero
jamás te lo preguntaré porque es tu vida y tuya es y no tengo derecho a
entrometerme sin tu permiso. Pues nada,
que no paran de hacerme la preguntita: ¿Qué Series estás viendo?
Al lío, sois cansísimos con lo de ver Series. Odio las series y odio a la gente que ve
series, alejaros de mí, por Dios, que todo se pega. No veo Series, me aburren soberanamente, sólo
leo, generalmente clásicos de la literatura porque ahí está todo lo que te hace
falta para vivir, amor, odio, envidia, rencor, atracción, frustración o asuntos
similares, son sentimientos humanos y son atemporales; libros que debieran
llevar esa coletilla que tanto gusta poner a los twitteros de “da igual cuando
lo leas”, pues eso es lo que me atrae.
Series fueron Curro Jiménez, el Equipo A o El Coche Fantástico,
capítulos sueltos con inicio y fin de la trama, con buenos y malos que se pegan
entre ellos y siempre ganan los buenos; eso era una serie. Hacer una película de 50 horas y trocearla en
capítulos para verlos cada día o semana es un lío para la cabeza, o al menos
para la mía, se me olvida de un día para otro la trama de lo que veo, pierdo el
interés en cuanto apago la tele y si sigo sentado me duermo. Series más largas
que El Quijote con el único objetivo de tenerte anestesiado una temporada.
Todavía no tengo edad ni para jugar al golf ni para ver
series, me siento joven con muchas ganas de hacer cosas con personas de carne y
hueso, al aire libre, con emociones reales, no me gusta que nadie me escriba un
guión para ver vivir una vida que no es mía.
Una serie es como una película porno o un documental de un viaje al
Nepal o como mirar por la cristalera cómo comen en un restaurante; te aseguro
que no es lo mismo comer, que ver comer; puede que quieras que me conforme con
ver comer, pero no, yo quiero comer, lo necesito.
No veo Series, no quiero ver series, quiero vivir mi vida, no
desperdiciarla viendo la irreal vida de los demás, quiero vivir romances y sentir
el viento en mi cara no en la tele, quiero ser guionista de mi vida mientras
pueda. Ya llegará si Dios me da salud el tiempo de ver la tele, y jugar al golf;
todavía, no.
Apaga la tele, y vive, es tu vida, es la única que tienes,
vívela.
O mejor todavía, haced lo que os de la gana pero dejadme en
paz.
SENIOR RIOJANO
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