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Cartel Agrupación Todo al Rojo - Foto:Óscar Solorzano |
Los primeros meses en un pueblo o aldea de los nuevos
inquilinos son frenéticos, piden cajeros automáticos, mejora en las
comunicaciones, nuevas antenas de telefonía, wifi gratis en todo el pueblo,
nuevo centro de salud, colegio, centro social, biblioteca, les gusta crear
alguna asociación de amigos para “dinamizar”; pero al mismo tiempo no paran de
quejarse e incluso intermediar alguna denuncia contra vecinos por usar cámaras
de vigilancia, asar chuletas en la calle, tener gallos que cantan al alba, dejar
sueltos a los perros, gatos vacas y potros, hacer leña con motosierra el
domingo por la mañana, por la matanza o prensar vino en vías públicas entre
otras muchas cosas para las que seguramente existan leyes que respalden dichas
denuncias. Cada ecosistema es como es y
pretender cambiarlo se me antoja entre complicado e imposible, por eso, con la
inteligencia que Dios nos ha dado y toda la información existente debemos
elegir con sumo cuidado el lugar donde queremos vivir y adaptarnos lo más
rápido posible.
Esto viene a colación de las quejas diarias que los vecinos
del casco viejo de Logroño inundan mi X (antiguo Twitter) con lamentos por
meadas, ruidos, olor e inseguridad. Me
recuerdan mucho a esos urbanitas que mencionaba anteriormente apareciendo por
la aldea queriendo cambiar nuestro hábitat con la ley en la mano, la razón y
las multas a diestro y siniestro. Pues
sintiéndolo mucho por ellos (los unos y los otros) no creo que lo logren porque
entre otras cosas son minoría, no le importan a nadie, generan cero euros de
beneficio en metálico y el ecosistema ya era así antes de que ellos llegasen;
en teoría, nada ha cambiado, nadie te ha engañado excepto tú a tí mismo.
Cuando pasas un paso de cebra tienes la ley de tu mano, pero
te aconsejo que mires a los lados; con las quejas de los vecinos del casco
antiguo pasa lo mismo, sí, tenéis la ley de vuestro lado pero ya es hora que
aprendáis que la administración nunca pierde, tiene recursos ilimitados para
pleitear hasta el infinito y más allá, sin entrar en que la Justicia tal vez
tenga cierta predisposición hacia quien los pone y les paga el sueldo que hacia
unos vecinos particulares con capacidad cero de presión. Por eso, como en el paso de cebra, mejor
mirar antes de pasar por si nos atropella un autobús urbano.
Ni me molestan los bares ni me molestan los vecinos y cada
uno es libre de dedicar su tiempo, su esfuerzo y su dinero a defender lo que
crea que debe de defender; faltaría más.
Cierto es que leo X y siento esa amargura de ver luchar a los vecinos cuando
saben perfectamente que ganarán alguna batallita pero que la guerra la tienen
perdida de antemano, no se puede luchar contra los elementos.
No entiendo quien viene al pueblo exigiendo colegio nuevo, ni
entiendo quien busca un remanso de tranquilidad en el casco viejo. Ambas posturas son respetables pero
irreconciliables en sí mismas. Si
quieres bañarte cada día en el mar vete a vivir a la Costa, si quieres vivir
entre hayas ven a la Sierra, y si quieres un hogar tranquilo dentro de Logroño mejor
en la calle Calvo Sotelo que en la Plaza San Agustín.
Desde el pueblo os deseo lo mejor a todos los stakeholders
del Casco Viejo: Vecinos, Asociaciones, Ayuntamiento, heladeros, AT, hoteles,
pensiones, bares, restaurantes, ciclistas, peatones y trabajadores.
¡Fuerza a todos! Se os quiere.
SENIOR RIOJANO
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