domingo, 29 de septiembre de 2024

Solución al problema de vivienda


No hay duda que adquirir una vivienda en propiedad cada día es más complicado para el ciudadano.

Todo apunta a que intermediarios, empresarios y especuladores se enriquecen con este negocio de un bien de primera necesidad, mientras por otro lado el mundo laboral crea situaciones de semiesclavitud o mera supervivencia sin posibilidad de tener los ingresos necesarios para el acceso a una vivienda mejor que la de tus padres.

Sin entrar en más detalles del origen del problema que para ello ya disponemos de millones de expertos, entro directamente en la solución.

Se llama Cooperativa.

Ni el nombre ni el invento son nuevos y mucho me extraña que con la actual coyuntura socio-económica no sea más frecuente su existencia. Una cooperativa de viviendas es la unión de ciudadanos con una misma necesidad y un mismo objetivo, poseer una casa donde poder formar una familia y llevar una vida digna. Los socios son los promotores de su construcción.

Es muy sencillo y eficaz a la vez.

Una vez juntados todos los interesados se forma la sociedad, evidentemente sin ánimo de lucro, con la que ya pueden actuar legalmente.  Con las facilidades que tenemos para crear empresas este paso es sencillo y barato, según nuestros gobernantes.

Hay que buscar el terreno donde queramos construir, comprarlo, y ya podemos empezar a edificar nuestra casa.  Como es una sociedad democrática y transparente cada socio aportará sus ideas al grupo hasta llegar a acuerdos consensuados.

Los trámites legales con el ayuntamiento, la Comunidad, la CHE, gestión aeroportuaria y demás, son muy sencillos y baratos siempre pensados en facilitar los trámites; proyectos, licencias, permisos, comunicaciones y normativas a seguir de todo tipo también son muy concretas y fáciles de hacer.

Una vez resuelto el papeleo, y pagado todos los impuestos, tasas, cánones y cedida la parte de suelo correspondiente al ayuntamiento toca la contratación de los distintos gremios de encofradores, caravisteros, escayolistas, fontaneros, electricistas, pintores, carpinteros, etc etc. Somos modernos, no vamos a pagar salario de convenio, siempre salarios dignos, trabajar 30 ó 35 horas a la semana, horas extras prohibidas y posibilidad de horarios de conciliación, porque trabajar menos horas siempre es más productivo.

En cuanto a materiales, todo nacional y de calidad, nada importado de China o similares. Dado que no hay intermediarios por el mismo precio podemos mejorar las calidades.

Una vez acabada la obra se hacen los últimos trámites de legalización de las instalaciones, células de habitabilidad, garantías y escrituras particulares.

De esta forma tendremos nuestra vivienda a precio de coste y hemos evitado las indecentes ganancias de promotores e intermediarios.

Ser promotor de tu vivienda, un plan sin fisuras.

** Como consejo, antes de ser promotor consulta con un experto para que te oriente sobre el precio final y sobre todo el plazo de ejecución de tu soñada vivienda.  Y que te ponga en un excel dónde va cada Euro que inviertas.

SENIOR RIOJANO

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