Leo que el Gobierno regional destinará 6 millones de euros en 2024 para llevar a cabo 2.050 operaciones. Y seguidamente, sin más valoración, ya están los defensores de uno u otro partido político o alabando o criticando dicha decisión. Ambas partes saben que es un debate estéril e improductivo, que al ciudadano de a pie, al que tiene el problema de una lista de espera, al que no vive de la política directa o indirectamente, realmente le da exactamente igual si le operan en un Hospital Público o uno privado mientras no le cobren “un extra” sobre los impuestos que religiosamente ya paga.
No seré yo
quien defienda uno u otro modelo porque las cosas no suelen ser blancas o
negras, tiene muchos grises como para defender a ultranza una postura, pero si
la veteranía ya es un grado en esto de las cosas del vivir por haber viajado
mucho y leído mucho pues me hace reflexionar lo falsos que podemos llegar a
ser.
Hace unas semanas visité a un gran amigo de los de verdad, socialista con carnet y cargo público evidentemente, le tenían que operar, una intervención en una articulación con su cierta complicación, y textualmente me dice:
- Me operan el día 18, el doctor X, en su clínica privada; ya sabes que soy defensor a muerte de la pública, pero es mi cadera y he buscado al mejor.
Esta argumentación de cómo defiendo públicamente una cosa pero hago la contraria, a pesar de ser mi amigo desde hace 40 años y haberla visto en muchas ocasiones, me dolió, y evidentemente se lo dije a lo que acabó apañándolo con un:
- Una cosa es el trabajo y otra la vida privada.
Y ya con
ese comentario dejamos zanjado el asunto y pasamos a hablar de otras trivialidades
laborales y familiares.
Hoy, recordaba
esta anécdota y pensaba que este debate sólo le interesa a los profesionales, a
los que viven del erario público de defender lo contrario que los demás y hacer,
cuando mandan, lo contrario que se venía haciendo.
¿Alguien se
cree que al usuario final, al que tiene realmente el problema, le importa dónde
y quién le realiza la intervención?
Somos más
falsos que la avena mala, ni ecología, ni productos de proximidad, ni Km0, ni
bicicletas, ni recicladores, ni solidarios, ni nada de nada. Como les decimos a los catalanes, la pela es
la pela. Compramos por precio, da igual
su origen o los márgenes del que produce, da igual coche eléctrico que de
gasoil, el asunto es el precio; productos agrícolas, coches, energía; lo único en
lo que se fija la gran mayoría es en el precio o la comodidad. Mirad cómo está
el comercio minorista, la chavalería compra por internet no saben a quién ni
cómo se ha fabricado, compran por precio, punto. Todas las posturas y debates públicos son comedia,
teatrillo de cuán solidario y responsable socialmente soy; pero en la intimidad
manda el bolsillo y pensamos que total da igual.
El denominador
común de la clase política son sus acciones, da igual el partido, viven en las
mismas zonas, llevan a sus hijos a los mismos colegios nacionales y
posteriormente internacionales, estudian en las mismas universidades y manejan
de la misma manera sus negocios; luego, en su trabajo, evidentemente lanzan
discursos diferentes, pero el “modus vivendi” es el mismo. La guerrilla urbana la dejan para el
ciudadano de a pie, que curiosamente también tienen todos el mismo “modus
vivendi” dando igual si es de izquierdas o derechas pero que no dudan de pelear
en el bar, el autobús o el tren sobre si tal o cual política es mejor o peor.
Y
volviendo al asunto de privatizar parte de la Sanidad, pues lo mismo, los que
viven de la política tienen munición para entretenerse y justificar sus sueldos
una temporada, pero si realmente los días de espera para una intervención bajan
a la mitad o a un tercio pues al usuario final le dará exactamente igual si moralmente
está bien o mal tomada la decisión.
¿El fin
justifica los medios? Contéstate tú, en la intimidad.
SENIOR RIOJANO
Al ciudadano de a pie, como bien decís, si le preocupa y mucho donde se le opere y quien.
ResponderEliminarY cuando le toque una operación de corazón y le digan que se lo hacen en los manzanos que tienen un gran equipo, el ciudadano de a pie estará pidiendo por favor lo manden a Valdecilla, porque sabe que en los manzanos como se tuerza algo va a urgencias De San Pedro.
Se bajan las listas de espera , pero a qué riesgo?
Así es, el miedo a operaciones de corazón en Los Manzanos es generalizado, conozco ambos casos, quien ha librado entrando con pocas esperanzas y quien se ha quedado en el camino. De hecho, uno de los puntos a valorar en el concurso es la proximidad al San Pedro, eso ya lo dice todo.
ResponderEliminarPero entiendo que este es otro punto de debate en el cual no puedo entrar por no ser experto en la materia, no sé cuáles son los buenos profesionales, ni los centros mejor equipados ni quién y cuánto les paga. Para mí ese terreno me es desconocido y cualquier cosa que escriba estaría equivocándome.
Gracias por comentar.
Varias cosas:
ResponderEliminarEstar por la sanidad pública e ir a la sanidad privada no es incompatible. De hecho, la mayoría de la gente que va "al privado" es para cosas sin importancia. Para lo gordo, todos vamos a lo público. Apoyar la sanidad pública significa apoyar que todo el mundo tenga derecho a una atención digna y, sobre todo gratuita. Eso no es incompatible que exista una sanidad privada, pero sí con que la paguemos entre todos (algo que ya pasa en la enseñanza).
Por otra parte, el objetivo último (y totalmente lícito) de la sanidad privada, como todo lo privado, es el beneficio económico. Mientras que en lo público el objetivo principal es el servicio al ciudadano. Con lo cual, derivar lo público a lo privado tiene un sobrecoste (Marx lo llamaría plusvalías) que, en caso de no producirse tal derivación, se quedaría en lo público.
Don Julio, ha dado en el clavo, el objetivo de la Pública es (o debe ser) la calidad de servicio y el de la privada es el beneficio económico, como cualquier empresa.
ResponderEliminarEspero que esta decisión sea temporal con el objetivo de desatascar, pero que no sea permanente.