Decía mi abuela que las formas te pueden hacer perder la razón.
He visto el resumen, porque seguirlo en directo es infumable,
de los actos conmemorando el 12 de Octubre en Madrid, celebrando la fiesta de la
Hispanidad. Estoy entre decepcionado y
desencantado.
Los abucheos y cánticos a Pedro Sánchez de “que te vote
Txapote” o “Puigdemont a prisión” o la pitada, no me han gustado en absoluto,
pero no por el fondo, que tal vez lleven razón (o no), sino por las formas. Bajo mi punto de vista no es de recibo
aprovechar estos actos como altavoz para mostrar tu descontento. En este acto, hoy, junto con el Rey, ese señor
no es Pedro Sánchez del Psoe, ese señor es el Presidente de todos los Españoles
elegido democráticamente siguiendo las reglas del juego, nos guste más o nos
guste menos sus políticas o sus decisiones. Me ha parecido bochornoso.
Estamos perdiendo el respeto por las Instituciones y las mayorías
sabiendo que son la base de cualquier democracia que quiera perdurar en el
tiempo, nos puede no gustar, por supuesto, podemos estar en contra, pero si la
postura contraria tiene mayoría legítima fruto de las urnas, sólo nos queda
aceptar.
Personalmente puede no gustarme que políticos amnistíen a
políticos, que los jueces hayan perdido por completo su independencia, que
sepamos con antelación el resultado de cualquier votación del Tribunal Constitucional,
abiertamente encontramos jueces conservadores y jueces progresistas que juzgan
al dictado de sus respectivos partidos; puede no gustarme que España sea cada
vez más desigual, puedo estar en contra de la inmigración irregular, puedo estar
en la postura que me plazca; pero ojo, mi obligación como Español demócrata es aceptar
los resultados a pesar de que no esté de acuerdo con ellos.
Tenemos mil maneras de protestar, la primera en las urnas
votando a quien creemos mejor representa nuestras posturas políticas, la
segunda denunciando irregularidades en caso de que se produzcan a la justicia,
la tercera es convocar protestas “ad hoc” en los días y lugares legalmente
permitidos sin protestar contra la institución sino contra un partido o un
líder político en particular; y la cuarta, si no te convence ninguna de las
anteriores, es crear tu propio partido político, convencer a la gente para que
te vote y bajar a la arena para cambiar el sistema desde dentro con el apoyo de
la gente.
Igualmente decepcionante me parecen las ausencias ya
reiteradas de vascos y catalanes, son Presidentes Autonómicos que deben
representar a todos los vascos y catalanes sean o no sean independentistas y
odien España. Flaco favor le hacen a la
convivencia diaria con el resto de españoles, el desprecio nunca funciona. Luego
he visto y leído estupideces varias de un sector concreto juzgando desde su
inmensa sabiduría en 2023 lo del 12 de Octubre de 1492 y le llevo toda la tarde
dando vueltas a la cabeza a lo de una persona un voto, que un voto de un retrasado
mental (no de retrasado sino de indigente moral y cultural) vale lo mismo que
el del propio Presidente del Gobierno o el que ha mandado al espacio nuestro
cohete Miura. Al final llego siempre a
la misma conclusión, que ignorante representa a ignorantes.
Vuelvo al principio, al dicho de mi abuela: “Las formas
pueden hacerte perder la razón”
Esta mañana han abucheado a mi Presidente, esta mañana han
abucheado a mi país, esta mañana me han abucheado a mí.
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