sábado, 29 de abril de 2023

Frutal, Viña y Cigarras

 


“Regar en el Iregua es como echar agua en una cesta de mimbre”, esta frase dicha la semana pasada en una de las reuniones con todas las comunidades de regantes resume a la perfección la situación que atraviesa el valle.

Los regantes ponen cara de pena y sorpresa como si no fuese con ellos:

"¿La sequía? ¡no se podía saber! Y por supuesto mucho menos prever, el agua es un derecho divino que tenemos los que nos dedicamos al campo y podemos derrocharla y malgastarla a nuestro antojo.  Por lo tanto exigimos al Gobierno su intervención inmediata aflojando la cartera y dándonos dinero que compense nuestras pérdidas."

La situación es de tebeo, las comunidades no se ponen de acuerdo ni entre ellas, y como no hay acuerdo lo mejor es no hacer nada, es decir que el reparto sea equitativo como hasta ahora, el agua que haya se divide entre las distintas comunidades y cada una que la distribuya como quiera.  Pero es que dentro de cada comunidad tampoco hay acuerdo, no se aclaran si priorizar cereal, frutales o viña, cada propietario aboga por defender su cosecha sin mirar más allá de sus intereses particulares, y evidentemente así no hay manera.

Pero ¡oh, sorpresa! En algo si están de acuerdo, en la tan típica actitud española: “si me va mal a mí, a ti también”; si los agricultores tenemos falta de agua que todos los demás también la tengan, restricciones a todos, que para eso todos somos iguales.

Con el vino, las viñas y su nicho de negocio más de lo mismo, la burbuja de ilusión en la que nos metieron, el dinero fácil produciendo cantidad y no calidad, el proyecto de enoregión, ese globo en el que nos han hecho subir sin ningún realismo ni comparativa de dónde verdaderamente estamos a nivel global empieza a deshincharse.  Y cómo no, que el gobierno nos pague por nuestra carita bonita destruir uva antes de vendimia y sacar vino de las bodegas quemándolo.  Salvo la excepción de Isaac Muga que en una cata privada dijo: “estamos donde merecemos”, que después un diario digital lo publicó como entrevista cuando no lo era, pero detalles aparte, el hecho es que lo dijo, que lo cree firmemente y yo añado que además es verdad. Bien, pues salvo esta excepción, ni proyecto, ni culpa, ni plan de futuro ni nada de nada; “Sra Presidenta afloje la pasta cuanto antes y déjenos en paz” que además vascos y navarros ya lo están haciendo que son nuestro ejemplo de gente honrada y competente, así que abrevie.

La fábula de Esopo de la hormiga y la cigarra ilustra a la perfección la situación en estos y otros campos, estamos rodeados de vividores, de trovadores que se pasan la vida cantando, bailando y cobrando ayudas que no reinvierten; pero cuando vienen mal dadas se acuerdan de las hormiguitas que han planificado y trabajado.  Por supuesto que las hormiguitas se negarían si pudiesen pues desde hace muchísimos años advertían de los problemas del agua, de que era imprescindible su optimización, se previno de la burbuja del vino de Rioja, cantidad, sin calidad y a precio bajo, el reparto sin sentido de derechos de plantación a particulares torpes e inexpertos, la poca especialización y tecnificación; de lo que somos realmente a nivel mundial. ¿Y qué han hecho los de los frutales y las viñas? Pues la vida de la cigarra cantar y gastar en caprichos fuera de las explotaciones dejando pasar el tren de la mejora y la innovación. Y como buenas cigarras, echar todas las culpas a los demás puesto que sus canciones eran muy del agrado del público.

Queridas hormiguitas, las cigarras os la han vuelto a jugar; con la necesaria complicidad de nuestros gobernantes esta vuelta la pagáis vosotras.

Estar en plena pelea electoral tampoco ayuda mucho, cualquier candidato a Presidir una Comunidad no puede hacer un mal gesto a ningún colectivo, fijaros cómo estos gobernantes o aspirantes a gobernantes son tan torpes que ya están prometiendo dinero en metálico y exenciones fiscales sin ninguna contraprestación, me llama la atención sobremanera o bien la falta de profesionalidad o el nivel de amaño que existe en estos repartos.  No es normal que prometan no sé cuantos cientos de miles de Euros por la sequía pero no sean capaces de exigir optimización en el riego o una reestructuración de sector o un plan de viabilidad, no sé, algo, una simple promesa que me tranquilice:

“El Gobierno (vosotras, las hormiguitas) aportamos todo este dinero pero os comprometéis a modernizar el regadío porque así reduciremos el consumo de agua en un 70% aproximadamente y aseguramos la supervivencia de todos los frutales de la cuenca del Iregua"

Pues nada de eso, una vez más el agricultor tiene sólo una mano, tú dame el dinero y ya me lo iré gastando donde quiera.

¿Y en las viñas? El grito unánime es de venga ya la pasta cuanto antes, pero ¿y la contrapartida? ¿a qué se compromete el sector del vino para corregir la situación?  Os lo respondo yo: a nada.

Nos educaron para ser hormigas en un mundo que creíamos justo con el trabajador esforzado; error, ese mundo y esa justicia no existe, las cigarras y sus gobernantes robarán tu sudor para que juntas puedan seguir bailando y cantando.

Senior Riojano.

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