domingo, 10 de marzo de 2024

¿QUIÉN MANDA EN LOS PARTIDOS?

Mi medio de vida tiene mucho que ver con la Organización de las Organizaciones; lejos de las modas pasajeras de las Escuelas de Negocios donde cíclicamente cambian de opinión defendiendo dependiendo de la temporada unas veces estructuras piramidales, lineales, horizontales, matriciales, por equipos, multidisciplinares, por Comités, etc, etc; siempre, y por encima de todas las cosas, la propiedad del capital es la que decide quién y cómo quiere que gestionen su inversión.  Evidentemente, el que se juega su dinero es el que tiene la sartén por el mango y el que pega los sartenazos, para bien o para mal; pero lo que está en el mundo empresarial muy claro es quién manda.  Sin ambigüedad y con determinación.

Por deformación profesional y a modo de espectador siempre que puedo procuro ver, y entender, cómo están las organizaciones que veo jerarquizadas y saber quién está al mando, saber quién tiene la última palabra en cada decisión que se vaya a tomar.

En cambio con los partidos políticos no lo tengo del todo claro, o tal vez sí pero me niego internamente a confirmar las evidencias.

¿Quién está al mando en un partido político? ¿Quién tiene el bastón de mando? ¿Quién decide?

Debemos presuponer que un partido político es la base de la democracia, sobre el papel son organizaciones políticas con uno principios, unos ideales, unos estatutos y una organización vertical abajo-arriba, es decir, la masa de afiliados tiene el derecho y la obligación de elegir libremente a sus representantes y de definir la línea a seguir del partido ( o al menos yo así lo entiendo ).  Por el contrario, la realidad me dice justamente lo contrario, que un partido político tiene una jerarquía piramidal lineal arriba-abajo, sólo unos pocos dirigentes deciden qué se hace, cómo se hace y cuando se hace mientras la masa de afiliados aplaude y vitorea cualquier decisión sin participar activamente en ninguna de ellas. Es más, lo mismo defienden una postura que la contraria en cuestión de horas; y esos cambios en una persona digamos “normal” poco menos que le descolocaría su cabeza y le haría replantearse mucho cuál es su papel dentro de esa organización a la que con uñas y dientes defiende.

En La Rioja, que es mi hábitat y en donde nos conocemos todos, tenemos señales de esta jerarquía lineal arriba-abajo constantemente en todos los partidos.  Son sucursales de las órdenes que vienen de Madrid o vete a saber de dónde.  Tenemos mala memoria cuando queremos pero siendo objetivos con la historia y sin mirar excesivamente atrás los casos que hemos vivido en todos los partidos a un afiliado de base le tiene que romper la cabeza.  Nuestro presidente Sr. Capellán fue elegido en su partido a dedo, vete Vd a saber por quién, pasando por encima de cualquier elección democrática de las bases y menospreciando otras candidaturas; la Sra Romero fue puesta de la misma forma creando un cisma dentro de Podemos, Diputados y Senadores que mandamos a Madrid de ambos partidos son elegidos también a dedo, nadie de las bases ni  los elige ni cuestiona nada; alguien, decide premiar a alguien y le mandan a la Capital del Reino a aplaudir lo que allí le manden aplaudir; pero me sigue resultando cuando menos curioso que todos esos afiliados siguen aplaudiendo con las orejas cualquier decisión que tomen a sus espaldas; les invitan a un Congreso cada 4 ó 5 años, presentan un único candidato, los allí presentes lo ratifican con el 98% de los votos (el otro 2% son los que se equivocan al votar) y todos tan contentos.

La última de esta semana es la cama que le quieren hacer a Hermoso de Mendoza, anterior alcalde de Logroño, que por lo tanto debiera de ser un peso pesado dentro de la organización de su partido.  Me deja perplejo.  Tanto Concha Andreu como él fueron perdedores sin duda alguna de las pasadas elecciones autonómicas y locales, pero una es premiada junto con sus amigas y el otro, por capricho de no sé quién, debe ser defenestrado mientras los afiliados de Logroño los cuales particularmente entiendo son los que debieran decidir sobre quiénes quieren que les represente no dicen ni pío.  Todo apunta a que quien manda decidirá y las bases del partido, una vez más, seguirán aplaudiendo cual norcoreanos.

A todos nos parece una barbaridad que porteros de puti-club sean parte del Consejo de Administración de una Empresa Pública del tamaño e importancia de Renfe, a todos nos parece descabellado que los asesores sean elegidos a dedo colocando generalmente amigos de partido, o personales o gente sin ninguna preparación, a todos nos parece una locura que además lo defiendan a capa y espada diciendo que “lo normal” es que estos asesores formen parte de los Consejos de Administración de todas las empresas públicas del Estado; todo esto visto de fuera es una barbaridad, pero ¿y desde dentro? ¿qué dicen los afiliados de base? Aquí en la Rioja que todos nos conocemos, cuando se juntan en las sedes, o coinciden en el bar, ¿no hablan de estas cosas? No hay ningún afiliado que le diga a su representante político: Oye, eres un sinvergüenza, le has dado un cargo de confianza a un inútil cuando tenemos talento preparado de sobra.

Y volviendo al inicio de la reflexión, entonces ¿quién manda en los partidos?

Si nos fijamos bien y miramos quienes son los que siempre ganan gobiernen unos u otros me pregunto: ¿Tienen todos los partidos el mismo Jefe y simplemente nos dan entretenimiento y migajas?

SENIOR RIOJANO 

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