La única ventaja de ir haciéndose mayor es que para muchos
asuntos no necesitas ni libros ni consultas en Wikipedia, sólo recordar, porque
estuviste allí, viviste los hechos.
Hoy 9 de Junio, día de La Rioja, reflexiono lo que pudo
haber sido nuestro nacimiento como Comunidad Autónoma y lo comparo con lo que
realmente es.
Tras la muerte del dictador Franco y en la llamada
transición fue necesario dibujar un nuevo mapa de España, descentralizar y dar
más protagonismo a las regiones que acordamos en llamar Comunidades Autónomas,
las hubo de varias velocidades pero antes o después se fueron transfiriendo
competencias y creando órganos de gobierno nuevos con nuevos partidos regionales.
Fue aquella una época intensa por todas
las transformaciones que se dieron en tan pequeño período de tiempo. Hoy en día con la radicalización y
polarización de la sociedad sería impensable afrontar tales reformas sin no
tener una guerra civil con 6 ó 7 bandos diferentes.
Bueno, el hecho es que hasta 1982, La Rioja no existía, no
teníamos bandera, ni escudo, nos llamábamos Provincia de Logroño y
pertenecíamos junto con Soria y Burgos a Castilla la Vieja. En nuestra particular “Perestroika” los recién
nacidos partidos políticos comenzaron a posicionarse y posicionar a sus
seguidores en qué lugar del nuevo mapa queríamos ocupar.
Tuvimos varias oportunidades de ser Vascos, Vasco-Navarros,
Aragoneses o Castellano-Leoneses, pero la recogida masiva de firmas y el
sentimiento de ser simplemente Riojanos independientes de todos los demás fue
mayoritario, y así fue. Recuerdo la
postura de algún partido vasco deseando anexionarnos buscando orígenes y
arraigo vasco a este lado del Ebro, Errioxa, Ezcaray y tal y tal. Hubo posturas y campañas más o menos veladas
de todos los tipos, entre mil cosas acabo de ver en uno de mis cajones del
recuerdo una pegatina con el slógan: “Castilla sin Logroño es como una madre
sin coño”, que sólo los viejos pueden entender y que ahora me hace sonreir.
Dicho esto; en un día como hoy, alejándome del ruido mediático,
en mi fuero interno me pregunto si la decisión fue acertada; que por cierto, yo
también apoyé como buen joven inconsciente visceral me subí al carro de ser
independientes, pero visto desde la madurez tengo dudas si acertamos haciendo
de Quijotes.
O tal vez sea simplemente envidia de ver cómo nuestros
vecinos vascos van siempre 15 ó 20 años por delante de nosotros en todos los
aspectos. Veo sus autopistas casi gratis,
la Y vasca de AVE, centros tecnológicos, su Hacienda propia, su policía, sus
canales de TV, su industria, nivel salarial, cultural y el peso que tienen en
Madrid, y no puedo por menos que sentir malestar por lo que pudo haber sido y
no fue.
Por eso, cuando esta tarde baje a Logroño a festejar nuestro
día no podré evitar pensar en porqué de esta España de dos velocidades, porqué
no la vimos venir en el 82, porqué no actuamos con la cabeza en vez de con el
corazón, porqué nos quejamos tanto de los vascos cuando son nuestros políticos riojanos
(Congreso y Senado) cómplices de estas diferencias, en porqué los nuestros pactan
con PNV, Bildu y similares para favorecer su territorio en detrimento del
nuestro y además quieren que les aplaudamos. Y eso que ser vasco es muy sencillo, con tu DNI sólo tienes que ir a vivir allí, pero no es eso, el corazón es más complejo que la cabeza, son sentimientos contrapuestos, quiero ser Riojano pero vivir cómo un vasco.
Esta tarde, sin querer, pensaré en todo esto y en aquella novia
de Andoain.
Feliz día de la Rioja.
Senior Riojano
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