EL NO VOTO

 

Si miramos los porcentajes de participación de las sucesivas elecciones generales vemos que la gráfica es prácticamente plana, aproximadamente un 30 ó 35% de la población con derecho a votar no vota.

Me asaltan dos preguntas:

1.- ¿Porqué no votan?

2.- ¿Porqué nadie, ni partidos ni medios de comunicación, les dedican tiempo?

Unas décimas de porcentaje de voto de un partido se merecen horas y horas de debates y tertulias, ríos de tinta; cualquiera de los dos grandes partidos en el mejor de los casos estarán sobre el 30% de los votos, y sin embargo ese 35% no merece ni un triste y simple comentario preguntándose porqué la población tiene tanta desafección política. Al 35% que no votan también añadiría las abstenciones y nulos, pero bueno, eso es otra historia. Lamentablemente nada es casualidad y me extraña sobremanera no encontrar bibliografía, artículos o pensamiento sólido que explique en profundidad estos dos porqués. Sí, lo sé, algo hay, pero no me interesan visiones interesadas, hablo de estudios serios realizados por gente seria.

Me gustaría trabajar para un medio de comunicación para estudiar este asunto en profundidad.  Que reiteradamente las elecciones las gane ese 35% de votos (o no votos) debiera abrir un debate profundo en la sociedad.  Todos los partidos exigen su espacio y su tiempo en los medios en función de la representación que tienen, ¿Cuánto tiempo le debiera dedicar la TV al grupo que aglutina el 35% de los votantes? Y sin embargo se pasa de puntillas, sólo el día de las votaciones se hace público el porcentaje de participación sin más comentarios y que gire la bola.

En mi sector laboral tenemos claro que no pronunciarse es una forma de pronunciarse, extrapolado a la vida política es lo mismo.  Siento una curiosidad enorme por los que no votan; en mi esfera de personas conocidas es habitual que les pregunte constantemente si votan (a quién votan realmente me da igual) y la segunda pregunta es ¿porqué? Las respuestas puedo asegurar que son de lo más enriquecedoras y que cada una se merecería una tertulia de media tarde; cuando me jubile tal vez escriba un ensayo recopilando todas estas respuestas y sus justificaciones que titularé “La mayoría silenciosa; el no poder del no voto” o algo así.

Antes de que llegue mi ensayo invitaría a tertulianos, editores y columnistas a abrir este melón, a ponerlo encima de la mesa e ir troceándolo; 35% de personas desencantadas, es la postura que gana por mayoría, es mucho desencanto aunque sea silencioso.

SENIOR RIOJANO