domingo, 3 de octubre de 2021

Congresos políticos

 

Ceniceros gana a Cuca (foto de archivo)

Nota del autor: “Si todavía crees en ideologías políticas es mejor que no pierdas el tiempo leyendo esta columna”

Hace unos minutos que ha finalizado el Congreso/espectáculo del Partido Popular.  Suelo decir que visto uno, vistos todos.  Cada uno vive en el universo paralelo que le apetece, y a cada partido le gusta vivir en el suyo.  Que una cosa es invitar a escuchar tu disco a todos tus empleados que sabes te aplaudirán a rabiar, que salir a la calle a convencer que tu música es la mejor, ya saben que estos fans, mientras sigan cobrando, son incondicionales.

Estos actos me recuerdan a las cenas de empresa de Navidad, esas en las que el Jefe que los empleados no han elegido, suelta un discurso vacío que nadie entiende pero todos aplauden, al tiempo que todo el personal procura salir en las fotos con la Dirección por el dicho de que el que está cerca de la teta mama más; y ya sabemos que con las cosas de comer no se juega.

En política ya no quedan amateurs, sólo saben hacer esto, nadie vuelve a su puesto de trabajo tras la política porque nadie ha trabajado fuera de ella. (A no ser que pasen a una eléctrica directamente).  Hablan de renovación y no anclarse a los sillones los que llevan 20 ó 30 años viviendo de las siglas, y de unidad, y de cerrar filas y de todas esas cosas con la vizcaína bajo la capa esperando el momento propicio que el foco alumbre a otro lado para cortar de cuajo cualquier iniciativa que ponga en peligro sus posiciones de poder. Si un congreso huele a peligro, mejor no convocarlo y hacerse el colega imprescindible.

Con el nivel de descrédito que la clase política ha conseguido labrarse no sin esfuerzo da mucha pereza ver este tipo de actos donde la ideología ha pasado a un segundo o tercer plano, lo único importante es instalarse en el poder al precio que sea.  La promesa de político ya no cotiza en la calle, da igual el discurso y da igual el programa, ya sabemos por experiencia que no lo van a cumplir.  Y si con estos antecedentes te decides a entrar al “rollo” siguiendo sumisamente todas las órdenes, pues tengo muy claro para qué entras.

A lo que voy, que con la industria política creciendo, el nivel político bajando y con estos congresos/reality sólo para fans continuamos en la línea descendente en indicadores a nivel europeo, siendo especialmente sangrante la situación de los jóvenes de menos de 30 años que parece que la legalización del cannabis es ahora su mayor problema.

Visto lo visto el cambio no vendrá de los partidos políticos tradicionales, ya no luchan por las ideas, se han convertido en agencias de colocación, en empresas gestionadas por no se sabe muy bien quién (o sí).  Tendrá que venir otro Pablo Iglesias que surja de la calle, de la realidad y que no se le olvide cuáles eran sus objetivos en cuanto toque pelo.  Ese, tal vez, seas tú.

Senior Riojano

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