#COP25
De los diez sillones que rodean la mesa en la sala anexa al despacho de la Consejera se ocupan tres.
No hacen falta presentaciones, se
conocen desde hace años por las relaciones político-empresarial-ambientales mantenidas,
un simple hola y un apretón de manos es suficiente. La Consejera toma la palabra con actitud seria
y voz firme intentando transmitir preocupación.
-
- Señores, el escenario ha cambiado, no podemos
seguir mirando a otro lado, desde Madrid ya tenemos orden de tomar acciones
urgentes. La presión social sobre el
cambio climático va en aumento y no queremos ver peligrar nuestro gobierno.
En la cara de los representantes
de las dos mayores empresas de la Comunidad Autónoma se refleja un gesto de
desaprobación, toman la palabra en un mano a mano continuo intentando argumentar
la inacción; hablan de modas evidentemente pasajeras, de cómo algunos niños han
pasado de los clicks de desaprobación en las redes sociales a salir a la calle
de picnic, que la cosa no irá a mayores, que sus negocios apenas contaminan,
que todos los gobernantes del mundo saben que es imposible una acción conjunta,
nada se ha hecho desde París, que tal vez la mejor opción fuese dejar pasar el
tiempo, esperar a que se calmen los ánimos, sacar algún escándalo de
corrupción, o drogas, o infidelidades que hagan de cortina de humo, seguro que en
unos pocos años nadie se acordará de que hay empresas que contaminan un poco.
- - No.
Tenemos orden de actuar. ¿Os tengo que recordar que vuestras licencias
de actividad son provisionales desde hace años porque no cumplís con ninguna
normativa de emisiones? ¿Os tengo que recordar que todo lo que he visto en los
últimos 10 años han sido incumplimientos de planes de puesta al día ecológica? Debe
ser ahora, ahora o nos mandan a casa en las próximas elecciones.
El gesto de los representantes se
torna desafiante, la amabilidad se transforma en hostilidad, ha llegado el
momento de sacar la artillería. Parafraseando
a la Consejera le recuerdan sus números, le restriegan en la cara la cantidad
de empleos directos e indirectos que dependen de sus actividades, de las
ingentes cuantías de dinero en impuestos que religiosamente satisfacen a la
Comunidad, de los regalos que habitualmente se hacen al partido para sus
campañas y caprichos; los patrocinios a distintas entidades, actividades y
deportistas que hacen por dejación de la propia Comunidad, sus camisetas con
lemas ecológicos. Le proponen aumentar
el dinero dedicado a subvencionar actividades ecológicas que diesen un balón de
oxígeno al gobierno, y a ellos mismos.
Ante el gesto inflexible de la Consejera hablan de deslocalizar, de
llevarse sus empresas a otros países menos exigentes, calculan en porcentajes
exactos lo que supondrá para el paro y los ingresos de la Comunidad si definitivamente
se van, plantean un escenario desolador políticamente, si las empresas pagan
impuestos, la sociedad debe pagar un peaje también.
-
- No. No puedo, necesito un plan ya, algo que
poder decir a los ciudadanos, algo que los calme.
Ambos continúan con su
argumentario; uno explica que no existe todavía la tecnología que evite sus
emisiones, que tal vez en el futuro si los gobiernos invierten en investigación…,
el otro habla de que la inversión necesaria la hace inviable, ambos coinciden
en pedir soluciones a los Gobiernos, autonómico, central, europeo o Mundial;
que sean ellos los que les den el dinero suficiente para acometer semejante
transformación. Explican que no son ONG’s,
son empresas que se sostienen mientras la cuenta de resultados arroja
beneficios. Y si es un problema de
todos, todos deben aportar soluciones, o mejor dicho, ingentes cantidades de
dinero para que cada empresa busque la mejor solución.
Llevan casi una hora sentados
sin encontrar puntos de encuentro cuando tras escuchar el ruido de unos
nudillos golpeando con moderación la puerta aparece el rostro de un muchacho diciendo:
-
- Perdón. Consejera, la prensa espera.
Se levantan y salen, posan para
la foto que aparecerá mañana en el diario y la Consejera lee el comunicado
oficial lentamente, vocalizando, acentuando cada sílaba y haciendo pausas muy largas entre frases:
“Sin pérdida de tiempo, desde
esta Consejería estamos abordando el problema del calentamiento global, no con
simples palabras como hacen otras fuerzas políticas sino tomando acciones inmediatas
encaminadas a salvar el planeta
Como sabéis, acabo de mantener la
primera reunión, de las muchas que tengo programadas, con las dos principales
empresas de nuestra Comunidad, y si tengo que resumir este encuentro con una
palabra, esa es: “Sintonía”.
Hemos
valorado la situación actual, sabemos dónde estamos y hacia dónde debemos
caminar, tenemos muy claro qué hacer y cómo hacerlo, en breve firmaremos una
hoja de ruta con los detalles de los acuerdos alcanzados.
Los verdaderos líderes transforman problemas
en oportunidades… y es lo que hemos hecho desde este gobierno. Hemos diseñado un plan que además de
solucionar nuestros problemas de emisiones va a generar empleo, empleo de
calidad, e ingresos vía impuestos y tasas fruto del crecimiento de la actividad
económica que recogeremos tras implantar las primeras medidas contra el cambio climático, este pequeño aumento impositivo sólo afectará al que más contamina.
Sirvan estas buenas noticias como
preámbulo para comunicaros que he creado
una nueva Dirección General dentro de la Consejería que denominaremos “Dirección
General para el Cambio Climático”, en unos días daremos a conocer el nombre del
nuevo director general, secretarios técnicos y demás personas encargadas en dirigir un gran equipo en esta transformación tan urgente como
necesaria. Sólo puedo adelantar que
tanto ellos como los asesores elegidos son personas de mi total confianza, y el Presidente,
conocidas desde hace muchos años trabajando en el partido y altamente preparadas
y motivadas para afrontar un reto tan apasionante como éste.
Señoras y Señores, ya estamos salvando el
Planeta”
Senior Riojano
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